Mostrando las entradas con la etiqueta Música. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Música. Mostrar todas las entradas
0 com

El día que murió la música

Es la noche del 2 de febrero de 1969.


En el norte de USA, Buddy Holly, cansado de ir a acá para allá cada día en un micro sin calefacción ni comodidades, decide pagar un avión para la banda, y así llegar más rápido a Fargo, en Dakota del Norte, y poder descansar un día, antes de que llegaran los demás.

El avión es chiquito, y sólo puede llevar a 4: el piloto y tres pasajeros. Viajarán Holly, Waylon Jennings, el bajista, y Tommy Allsup, el guitarrista.

 

Parte de la gira eran también Ritchie Valens (Ricardo Valenzuela), y J.P. The Big Bopper Richardson. Este último está enfermo, producto, justamente, de tantos viajes en un micro helado, y le pide a Waylon que lo deje viajar en el avión. Waylon acepta de buena gana. Buddy, para fastidiarlo, al saber que no iba a viajar, le dice «Ojalá se congele esa catramina!», a lo que Waylon contesta «Y ojalá a vos se te caiga el avión».

 

Valens, que había tenido cierto miedo a volar, siente que le dan ganas, si van sus amigos (además de la comodidad, claro), y le pide a Tommy su asiento. Tommy no se copa tan rápido como Waylon, y el asunto se disputa moneda de por medio. Valens elige ceca, y gana la contienda.

 

Es el comienzo del 3 de febrero de 1959.

El avión se estrella a poco de despegar, y de esas tres promesas no queda más que el recuerdo.

 

Ese día murió la música. 

 

 

0 com

Last Days Here

Es un documental. Viste que ahora que las cámaras son baratas y está la internel, cualquiera te hace un documental. Bueno, acá tenés uno. Es como esos documentales sobre picaportes que podés ver en el BAFICI, pero para metaleros. O algo así.

 

Es un documental sobre un chabón que se obsesiona con que Pentagram vuelva a tocar, al menos una vez, o a sacar un disco, o lo que sea, ni se sabe bien.

 

Pentagram, nos cuenta el docu, era una banda de metal cuando el metal no era metal, más bien heavy, digamos, o algo cercano a lo que hoy gustan de llamar stoner. A veinte metros de Black Sabbath, para que te ubiques.

 

La banda, básicamente, se las pasó malas, y se terminó separando (después de tener 45 formaciones diferentes) porque el cantante era insoportable. Y un junkie. Y así empieza la cosa: con un junkie de casi sesenta pirulos que vive con los padres, tirado en una cama.

 

De ahí en más, un docu pedorrón pero correcto y bienintencionado, que podés ver si te interesa la banda, o los junkies, o porque sí. Yo seguí viéndolo por diversas razones, por varias reflexiones que se me fueron ofreciendo, y me pareció interesante considerar, y que les dejo abajo.

 

 

Last Days Here (2011) Pentagram Documentary.avi_20150106_235006.968

 


***SPOILER ALERT***


(que quiere decir que si seguís leyendo capaz te enterás cosas que no querías saber antes de ver el documental)

 

 

Last Days Here (2011) Pentagram Documentary.avi_20150106_235022.083

 


.junkies
Siempre me llamó la atención los extremos que el hombre puede tolerar, tanto psicológica como físicamente. Y cómo todo pende de un hilo, y qué absurdo que es. Acá lo tenés a este tipo, 44 años de adicción a todo, tomando cantidades que no se pueden creer de cosas como metanfetaminas, heroína, crack (él mismo te da las cantidades), y lo más pancho de salud (y eso que lo ves con el brazo en carne viva de tanto inyectarse, pensado 50kg, y demás), y de repente tu primo o vecino, veintidós años, cáncer de pulmón, o leucemia, o un accidente de motos, o lo que sea. Es interesante, no?
Pero además siempre me llamaron la atención los junkies. Tipos que deciden matarse en vida, pero vivir. O no sé, capaz eligen algo que yo no entiendo, pero ellos mismos, en general, admiten que eso no es una buena vida. También, claro, explican que no la eligen, sino que no pueden evitarla. Aunque uno se pregunta a veces hasta qué punto no pueden evitarla (el documental documenta, en cierto modo —y valga la redundancia— este asunto).
Los junkies me parecen de lo más triste de la existencia humana, me parecen una expresión de miseria inconmensurable. Y no porque los juzgue, sino como imagen, como representación, como símbolo.
La primera vez que tuve contacto con la cultura junkie, si existe tal cosa, fue con Flash, in libro escrito por un junkie, Charles Duchassois. Si bien el período de tiempo que cubre es mucho más corto que 44 años, es muy tremendo el relato de un tipo que cae siempre más bajo, aunque uno cree, un centenar de veces, que no es posible. Pero es posible. Y a mí eso me llama la atención.
Es más llamativo (?) todavía en aquellos que, según los estándares sociales, «tienen todo», y sin embargo, eligen la destrucción. Tipos como Duchassois o el cantante de Pentagram, o miles de anónimos que a nadie importan porque no tienen ni dinero ni fama ni popularidad ni nada son obviamente ignorados, y por tanto no cuentan, para la sociedad son escoria, y sus adicciones, problemas de ellos, motivos par a mirar para otros lados, cosas feas que no queremos ver. Pero cuando la gente que «tiene todo» se pasa a ese bando (Amy Winehouse, por poner sólo un ejemplo), ahí no queda más que mirar y ver. Pero junkies son todos, ahí son iguales, realmente. (y esto por mencionar ejemplos modernos, la historia a visto miles y miles más) 

 


.sexo, droga y rock and roll
Cuando esa destrucción viene de la mano de gente famosa, popular, «querida», entonces una manera de lidiar con el asunto es hacerlo fashion, lindo, glamoroso. Eso, o un negocio.
De ahí que se haya creado, en su momento, la imagen del rockero del «sex, drugs and r'n'r». Eso son boludeces para que la gente consuma. Para que el músico consuma su droga y no se avive de nada, para que el joven consuma la imagen que querría tener pero sabe que no le conviene, a modo de catarsis teatral alla Aristóteles, o en todo caso pueda justificar sus hechos o deshechos en que otros lo hacen, para que todos consuman un poco de una torta que se llevan los que no consumen, sino que lo ven a dos metros.
Por eso es «cool» Keith Richards y es un junkie el linyera de la vuelta de tu casa. Porque uno es rockero, y el otro no.
Pero en cierto modo eso cambió, o está cambiando. Esa imagen del rockero (que todavía existe, y se puede ver en el documental, cuando los tipos hablan de que el chabón «es rock») se gestó entre los sesentas y los setentas. Sería largo, pero básicamente, por un lado los adultos tildaron al rock y todo lo que con él tenía que ver de malo, de negativo, y los músicos respondieron haciéndose cargo, y extremando el asunto. Pero era una pose. Que muchos, lamentablemente, se creyeron, pero era una pose. Cuando yo era adolescente, en los 90s, esa pose todavía tenía algo de sentido, porque el espíritu de los 90s era el grunge, el punk tamizado por MTV, que creía que le hacía fuck you a alguien. Todavía ser rebelde suponía, en cierto modo, sexo, drogas y rocanrol. O algo así.
Pero creo que fue cambiando. Ahora lo cool es ser nerd, es ser vegetariano, es usar anteojitos, es ser indie, qué sé yo, varias cosas, pero no ser un reventado. No tanto, no para tantos, como antes.
Una buena prueba de esto es, para mí, que cuando yo empecé a tocar, tocar un instrumento y tener una banda era sinónimo de andar en drogas. No tanto, pero casi. Tus padres tenían miedo, los mayores estaban convencidos de que para ser músico tenías primero que haber elegido ser drogadicto o algo así (vestigios del modelo de los 60s/7's). Ahora ya no: vos podés tener tu banda, y tocar tu instrumento, y la gente no asume que seas falopero. Algo está cambiando.  

 


.endurance
Cuando las cosas llegan a estos extremos, como ser un junkie tirado en una cama en la casa de tus padres, blabla, o algunos por el estilo, quedan todos los valores (niveles) trastocados, todo se ve con una lente diferente. Es muy interesante la capacidad, a varios niveles, que tiene el ser humano de resistir. Cuarenta años matándose con seis drogas distintas por día, pidiéndole a dios que se lo lleve cada noche (él mismo lo dice), y sin embargo, nunca «elige» pasarse con la dosis y terminar todo. No sé cómo o por qué, pero elige resistir. En la línea, maltrecho, moribundo, miserable, pero decide resistir. Interesante.
Tan interesante como la depresión, tal vez la peor enfermedad que haya, porque no te mata, sino que te deja viviendo así, muerto en vida. Todos hemos estado tristes alguna vez, «deprimidos» decimos, porque, en efecto, algo está por debajo de sus valores normales o habituales. Pero la depresión extrema, crónica, patológica, esa que te aplasta todos los días, todo el día (y no sólo en los junkies o los que viven tirados en la cama sin poder levantarse, sino también en los que llevan su vida a rastras, sin más, como preso con su bola, encadenada), esa es tremenda. Pero no te mata, ahí es tremenda. No sé si es uno el que resiste, y no quiere irse, o la depresión que no quiere soltarte, dejarte ir.

 


.la vida
Qué es la vida, se pregunta uno, viendo gente así. Y no sólo este tipo, sino sus padres. Tipos que, según dicen, llevan gastado más de un millón de dólares en comprarle drogas al hijo. Que lo tienen en su casa, lo atienden, adecuan sus vidas al tipo. Si esto es vida, se pregunta uno.
 

 

.el amor de una madre
Entre los docentes nos reímos siempre de cómo todos los padres piensan siempre que sus hijos son geniales. Y aclaran siempre que no lo dicen porque sean sus hijos. Y uno piensa que si todos fuéramos tan geniales, el mundo sería genial. Pero todos nos somos geniales, ni mucho menos.
Pero capaz es bueno tener al menos una o dos personas en el mundo que crean que somos geniales, no matter what. No siempre funciona, porque hay padres y madres que bueno bueno, pero en general, funciona.
[Me atrevería incluso a esgrimir la teoría de que funciona casi siempre, sólo que muchas veces, el hijo no puede saberlo o notarlo por diversos motivos, pero fundamentalmente, porque el discurso del padre es distinto puertas adentro o afuera]
No creo que pueda agregar mucho a la idea que todos conocemos de «el amor de una madre» (o padre, se entiende que siempre es indistinto), pero creo que este documental lo muestra, casi sin querer, por completo.

 


.la dureza de un padre, en el amor
Y para graficar mi teoría, valga de ejemplo el documental, una vez más. El padre habla del hijo junkie como un tipo talentoso, genial, increíble, opacado, claro, por las drogas. Pero genial, talentoso, con un don especial, etc. Ante la cámara.
Pero admite, después, ante la cámara también, que es probable que el tipo haya terminado así por culpa, en parte, de sus propias expectativas y exigencias. El tipo era un alto funcionario público, y tenía para su hijo grandes expectativas, esperanzas, aspiraciones, y lo sometió a eso. No le decía que tenía un don, que era genial y talentoso: le decía que se cortara el pelo, que consiguiera un trabajo, que esas cosas. Capaz, si le hubiera dicho otra cosa, quién sabe...

 


.el amor
El amor es cursi, y escribir sobre el amor es cursi, y todo es cursi. PEro todo es amor, la verdad. Todas las historias son historias de amor. Todas.

 


.la muerte
Así como se pregunta uno por la vida, se pregunta por la muerte. Sobre todo cuando resulta que esa muerte, la tan temida, la tan tremenda, negativa, mala, puede terminar siendo la buscada, la deseada, el alivio, la paz, lo positivo, lo mejor. O sea que al final puede ser mala la vida y buena la muerte, llegado el caso.

 


.la esperanza
Estamos programados para tener esperanza, parece. Es un dicho, y hay mucho de historia religiosa en el medio, y demás, pero a la larga, siempre tendemos a tener esperanzas, a creer que algo puede mejorar. Aun cuando pensemos o querramos pensar que no, adentro algo tira. Hasta un tipo en el borde, que desea —dice— morirse, se muestra esperanzado. Y los de alrededor, por supuesto.

 


.la aceptación
Es también interesante cómo tenemos que terminar aceptando las cosas, y cómo, desde ese lugar, terminamos haciendo cosas que desde otro parecen imposibles, absurdas, incorrectas, o todo junto. Me acordé de aquello de los cinco estados de los pacientes con enfermedades terminales (el modelo de Kübler-Ross): negación, ira, negociación, depresión, aceptación.
Los padres comprándole la droga, los amigos llevándolo al hospital, pagándole la fianza, etc.

 

 

 

PD: Este documental me hizo acordar a otro —mucho mejor que este— del que les hablé hace rato, sobre Death.

0 com

20000 days on Earth

A veces me pasa que, por cantidad y velocidad, se me atoran las palabras en la garganta, las ideas en la cabeza, las palabras en la lengua y en los dedos. De algunas cosas es muy difícil hablar, o escribir, o incluso pensar claramente.

 

 

+ Si te gusta Cave, la película es obligada.
+ Si no te gusta Cave, olvidate.
+ Si no sabés si te gusta Cave, te gusta Cave. Goto  «Si te gusta Cave».

 

. No recuerdo cuándo me enteré que existía Cave por primera vez. Era adolescente, pero no sé ni edad ni momento. Sería lindo saber. Lo escuchaban mi grupo de amigos «de avanzada», que yo no sabía que eran de avanzada, y en varios aspectos me parecía, en su momento, que se equivocaban. El tiempo, obviamente, terminó llevándome por los caminos que ellos habían andado varios años antes. Uno de esos fue Cave.
Yo era punk, y por ese lado, y era muy difícil que pudiera interesarme nada que no fuera rápido, simple, furioso, sencillo, desprolijo, irreverente. Era imposible que prestara ninguna atención a Cave, Smiths, esas cosas (había muchas más, claro).

 

. Creo que fue en el año 94, me da fiaca chequear. Hubo un festival. Estadio de Ferro, dos días, algo de la primavera, qué sé yo. Todos emocionados —mis amigos, claro— porque tocaba Cave. Yo quería ver, no sé, no recuerdo, a Cypress Hill. Llegó el día, ochenta escenarios, dos mil bandas, ciento cincuenta mil personas, la concha de tu madre, el inicio (local) de esa idea de festival que es el infierno mismo. Seis o siete de la tarde, no sé, había algo de sol y claridad todavía. En el escenario principal aparece un chabón de traje celeste. Traje. Yo era punk, te dije. Traje. Celeste. Una mierda. Chau, listo, me voy a otra cosa.
Veinte años después no me alcanzan las horas del día para martillarme las pelotas.

 

. El primer disco que tuve y escuché y remil escuché entero de Cave, ese disco que todos tenemos de esa banda que nos gusta, que aunque no sea el mejor, es EL disco, para nosotros, ese disco fue para mí No more shall we part. Me lo pasó un amigo —no sé cómo, finalmente, accedí a darle una oportunidad— y fue, de repente, entender todo.
Si tuvieran que empezar por uno, tal vez les diría ese, pero el parámetro es ninguno.

 

. Con el paso del tiempo cada vez fuimos más amigos, más íntimos, nos entendimos mejor. Sus discos no fueron, me parece a mí, en el último tiempo, particularmente buenos, ni mejores que los de antes, pero ya tenemos una cierta conexión.
Y en parte esa conexión está ahí , subyacente, porque con ese grupo de grandes amigos que marcaron mi vida para siempre, no volví a verme casi nunca. Pero viven, aún, cuando escucho a Cave.

 

. Todos viven, en mí, pero no todos viven en este ciudad. O este mundo. Y fue hace quién sabé cuánto (¿qué importa saber cuándo muere la gente?) que uno se nos fue. Treinta años. O dos, o tres, o uno, no sé. Se nos fue. Y me mandaron un mensaje para avisarle, «for old times sake». Un mensaje por facebook.
Y ese mismo amigo que me avisó (porque todavía somos amigos, aunque tal vez él no lo sepa), ese día, compartió, para recordar a ese pino caído, un video de Cave.

 

 

 

 

imdb

0 com

Skinhead: es complicado

El movimiento skinhead es probablemente uno de los más malinterpretados. Y con razón. Para ponerlo de manera sencilla, hay skinheads apolíticos, skinheads de derechas, skinheads fachos, nazis, y skinheads anti-racistas y anti-nazis. Complicado, eh?


Ls discusión sobre culturas, géneros, grupos, movidas, movimientos, y todos sus «sub» sería eterna. Algunos son más «fáciles», con «reglas» o características más simples y/o claras, y otros son bien grandes y abarcativos, y quedan a la interpretación de cada uno. El skinhead es más complejo.

Yo no soy un entendido en skinhead ni mucho menos, y en parte por eso me puse a ver este documental. En parte porque entra en detalle en la movida europea, que no conozco bien.

Para decir todo lo que yo podría decirles sobre el movimiento, está el documental, que es muy bueno. Seguro le falta, seguro le sobra, pero en sí, está muy bien. De modo que es post es no sólo para decirles que lo vean, sino para invitarlos a que se tomen el tiempo para ver si tal vez la idea de que skin = nazi no es un poco exagerada, potenciada por los medios, y —mucho más importante—, para que recuerden que estamos llenos de nazis alrededor.


Hace unos cuantos años yo uso la frase «están por todos lados» para referirme a esto. Siempre me llamó la atención que a) hubiera habido en su momento tanta gente dispuesta a comprar ese discurso de mierda y barato, que hasta un niño adormilado puede darse cuenta que carece de sentido, y b) que el día que el nazismo (o cualquier de sus variantes, en el caso local yo hablaría de fachos más que de nazis, y en particular, de los simpatizantes de los milicos de los 70s) perdió la batalla, todos estos, de repente, «desaparecieron».


Obviamente que pasaron a ser políticamente incorrectos, y las democracias fueron, en ese sentido, volviéndose también autoritarias, y empujando a estos fulanos a la oscuridad, porque su discurso no era ni bienvenido ni aceptado. Perfecto. Pero al moverlos hacia el rincón, a la oscuridad, caímos,k tal vez, me parece, en la fantasía de que, porque para nosotros era evidente que su pensamiento era una mierda sin sentido, ellos habrían comprendido lo mismo, y habrían dejado no sólo de pregonarlo, sino de pensarlo, directamente. Pues no, claramente no.


Hace algunos años yo hice unos posts contando que acá, en Buenos Aires, Argentina, se hacían todavía reuniones de grupos neo nazis para el cumpleaños de Hitler (una costumbre generalizada en el mundo entre los simpatizantes), y de cómo muchas bandas punks que siguen en actividad actualmente (o no) habían estado relacionadas al movimiento fachistoide racista local, y de cómo ahora la jugaban de inocentes, o de los músicos que tienen banderas tatuadas pero ahora piensan que los fachos son bichos malos, y etc, varias cositas más (incluido el por qué el compilado más renombrado de nuestra historia se llamó Invasión 88). Les dije, en ese entonces, que estén atentos, porque «están por todos lados». Son fachos que saben que su discurso no es bienvenido hoy en día, y lo mantienen tapado con una sábana blanca, lo cultivan en la oscuridad, a la espera del momento correcto, que esperemos nunca llegue.


Ahora, viendo este documental, que indaga bastante en el asunto, que lo muestra en video (para quienes no lo hayan visto nunca, o no puedan imaginarlo —o puedan pero crean que es sólo su imaginación—) y que se anda por varios países, y viendo y escuchando sus discursos, no sólo confirmo que están por todos lados, y que están cobardemente ocultos, esperando, sino que además me doy cuenta de algo más interesante, al menos para mí.


No comparto sus ideas, eso es claro, y nunca me produjeron ni siquiera interés, más allá del hecho de que lamente tener que compartir este mundo con ellos, pero nunca sentí tampoco ninguna suerte de animosidad en su contra, al menos desde el punto de vista racional. Mi espíritu punk quiere salir a los golpes, pero sé que eso es muy básico, y en gran medida, todo lo que estos tipos tienen. Entonces lo pienso, y trato de pensar que ellos pueden tener su opinión como yo puedo tener la mía. Creo que la mía es mejor, ellos deben pensar que es mejor la de ellos, qué sé yo, la vida misma es así. Trato de no comerme al canibal. En mi imaginario, sus ideas son tan absurdas que quedarán siempre relegadas a una minoría por su propio peso.


Pero ahora, escuchándolos, esto decía, descubro que todo eso está muy bien, pero hay algo que realmente me hace hervir la sangre. Y quiero ser enfático: no es necesariamente el hecho de que sus ideas sean distintas de las mías; eso está, pero no es eso. Es realmente que, al escucharlos hablar, actuar, «razonar», me doy cuenta que no tienen dos neuronas activas, realmente; su discurso es incongruente, absurdo, estúpido, basado en nada más que tonterías sin sentido, con aires de infundada grandeza, con parábolas absurdas, con imposiciones sin sentido (valga la redundancia), etc. Yo puedo aceptar —apretando lo dientes, pero puedo— varios argumentos, posturas o ideas opuestas a las mías, pero siempre que guarden alguna clase de lógica, de sentido. Opuesto al mío, es claro, pero al menos alguno. Puedo llegar incluso a sentir cierto «respeto» por nazis que, equivocados como estaban, creyeron en algo y fueron a por ello (por más que todo lo demás sea condenable y equivocado e ilegal y demás), pero estos fulanos que setenta años después siguen repitiendo como idiotas conceptos absurdos que ya demostraron ser errados y estúpidos, eso sí me hace hervir la sangre.

 

O tal vez escribí todo esto y me encolerizé, sólo para caer en la cuenta de que tenía razón mi amigo Evaristo: Un patriota, un idiota.


En fin, vean el documental, aprendan un poco de historia musical, social, y etc, escuchen unas buenas bandas, vuélvanse completamente changos con los fachos hablando giladas, aprendan de Oi!, SHARP, RAC, etc., y después hagan lo que se les dé la gana.

 

IMDb | Torrent

0 com

Acordate de este amigo…

Yo tendría catorce, tal vez quince años, no más. Por esos días frecuentaba uno de los tantos geniales recovecos que tenía mi colegio: un taller de arte, en horas extra clase

Yo no sabía, ni en la teoría ni en la práctica, nada de arte. De arte plástico, más bien, principalmente. Tipos que dibujaban y pintaban y hacían cositas con arcilla, y esas cosas. yo no sabía nada. Pero tenía un —otrora— gran amigo que iba, y a mí me gustaba acompañarlo; y el profesor me caía muy bien, también; era una de las pocas personas que yo conocía que no me trataba como diferente, como chico, como tonto, sino que intentaba decir la posta, sin vueltas, como han de decirse las verdades. Era directo, sin vueltas, con un lenguaje tal. Enseñaba arte, de verdad. Era discípulo de otro tipo, un viejo —ese viejo que todos necesitamos en nuestra vida— que había sido enorme, pero se había jubilado. Yo había llegado a conocerlo, pero en mi tierna inocente y estúpida adolescencia, lo había catalogado como un viejo loco que escupía al hablar. Fue sólo recién a partir de su discípulo que pude ver su grandeza. (y hoy, veinte años después, repito a mi manera algunas de sus más simples y básicas, pero fundamentales y geniales, enseñanzas, en mis cursos).

Frecuentaba este taller, entonces, decía, porque era un espacio diferente. Lo más parecido al arte que he visto en mi vida, realmente. Mugre, pintura, pobreza, reciclado todo, puchos, mate, y una radio de mierda que tiraba tangos, a veces blues, también, y a veces jazz, pero mucho tango. El profesor —maestro— enseñaba en cada palabra y cada silencio. Y era un gran pintor, supe muchos años después, cuando él, víctima de una enfermedad degenerativa auto-inmune, de la cual siempre había tenido conocimiento, estaba a punto de abandonarnos

Y un día, en ese taller, entre mates, y bastidores, y puchos, y arte, sonó un tango, y Darío nos dijo, encorvado, como siempre, mirando el fondo del mate de lata, que esa era la pura verdad. Lo miramos. Es la pura verdad, dijo, un día lo van a entender, que este tango es la verdad, la pura verdad, es así, dijo. No sé si entendimos, pero confiamos, y escuchamos, en silencio, la letra. Creo que fue ese día que casi aprendí la letra de memoria.

Hoy, veinte años después, querría decirle a alguien que le importe que este tango te dice la verdad, la pura verdad. Y decirle también que te lo canta una de las mejores voces que ha conocido el tango.

0 com

Cositas que te pasan en el subte

Aprovecho esta ocasión en la que vengo a recordarles que en la estación C. Pellegrini de la línea B de subte hay un "busker" (uno de esos señores que toca un algo en el subte o la calle, no sé si tienen nombre en castellano) que es un fenómeno, y la rompe, y toca temas re lindos, y tiene re buena onda, y todos lo quieren y le dan plata y le compran discos y hasta dejan pasar el tren para quedarse viéndolo, y hace temas de Cash que no son "comerciales" y etc. para contarles que también te puede pasar esto cuando andás transitando los pasillos del subte.

 

0 com

A brillar mi amor

0 com

Papi, dame látigo

A los Wachiturros los conocen todos, pero seguro que algunos de ustedes no escucharon nunca a las Culisueltas. Sí, sí, las Culisueltas.

Ah, y de paso, Máximos cumbieros.

 

No me agradezcan.

 

 

 

3 com

El pasguór de tu corazón

Seguro todos escucharon ya esto, yo llego tarde en general... pero si al menos uno lo escucha por primera vez..!

 

 

0 com

I’ll do to you what douchebags did to the guitar

Primero, escuchá un poquito de este tema:

 

 

 

Ahora escúchenlo a Stewie.

 

 

 

Ahora ya paren de reir, y aplaudan.

3 com

Tomá cinco, o cómo ser un hijo de puta en dos pasos

Hay un tema re lindo, un estándar de jazz. Se llama Take Five. Mirá qué lindo que es (fijate incluso qué lindo el solo de batería, sutil pero muy lindo)

 

 

 

 

Es tan lindo y conocido que hasta los Simpsons hicieron una versión, uno de sus clásicos homenajes. Chequirá:

 

 

 

 

Bueno, ahora que ya entendiste, te quiero mostar esto. Lo escuché en la radio, y según dijeron, aparece en el disco de Dancing Mood (una banda que mucha gente respeta mucho) donde toca un pibe que, dicen muchos, podría ser el mejor trompetista de la argentina. Que, de paso, sabe bocha de jazz.
Son tan buenos y finos los DM, y el pibe este sabe tanto, que se juntó con otros e hicieorn esto. Cuchá:

 

 

 

 

Son los DM con Pablo Lescano y Damas Gratis.

 

 

 

 

 

 

 

Si estás vivo todavía, capaz te interese saber que no sólo tuve que escuchar esto mientras escuchaba mi programa favorito, sino que además lo tuve que escuchar al hijo de puta de Fabián Couto preambulando el asunto, diciendo cosas como "van a ver que los Damas Gratis pelan unas cositas... van a ver lo que pelan..!". Para mí pelaron la chota al tocar, nada más.

 

 

Bueno, ahora sigan nomás, que tengan buen día, che...

2 com

Hey, buddy..!

Este pibe, este genio, murió a los 23 años.

Su “éxito” no duró más de dos años.

Y todavía hoy seguimos hablando de él, y escuchándolo, y pensado qué sería de nosotros sin él.

Hasta Lemmy (de Motorhead) le grabó un disco homenaje.

En un disco que salió este año, Patti Smith, Paul McCartney, Lou Reed, Fiona Apple y varios más le hacen reverencias (no en todos los casos con la altura necesaria).

 

Este pibe murió a los 23; los Callej*ros siguen vivos, y tocando, y libres.

 

No, no tiene nada que ver, capaz. O capaz sí, y nos sirve para entender cómo es la vida, después de todo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nos vemos allá, buddy!

0 com

Zaz

Hacía tiempo que no escuchaba algo que realmente me pareciera genial, y que de paso tuviera menos de cuarenta años de añejamiento.

 

No tiene mucho sentido que les cuente de la historia de la nada de Zaz, para eso está wikipedia.

 

Creo que con este viedo basta:

 

 

 

Pero por si acaso, les dejo algunos más…

 

 

 

 

Y uno más…

 

 

0 com

Every breath you take

 

Para algunos, el logo de No Fear; para otros, es Sting.

0 com

Especial Elecciones

 

 

Como alcalde y buen burgués,
tu deber y tu misión,
es hacer un buen escaparate para comerciar
y están de sobra los mendigos,
que dan mala fama a nuestra ciudad.
La gente adinerada ya no vendrá a gastar,
¡Echadles fuera!
¡Fuera, dentro, fuera!
Como a una mierda que podrías pisar,
mientras llenas tu boca con la solidaridad.
La solución es una cámara de gas.
Mandarás a los de siempre a controlar,
que no quede un mendigo sin democratizar,
porque tú eres un rico, pero temes la oscuridad,
oscuridad que tu riqueza oscura suele provocar.
La solución es una cámara de gas,
sólo falta un detalle, quién tendría que entrar,
¡Fuera, dentro, fuera!
No quieres pobres en tu ciudad,
capullo estúpido, fascista memo.
¡Límpiame el cristal!.
La solución es una cámara de gas,
con los políticos adentro.

 

 

 

 

 

 

Mil colegas quedan tiraos por el camino
y cuántos más van a quedar
Cuánto viviremos cuánto tiempo moriremos
en esta absurda derrota sin final.
Dos semanas, tres semanas
o cuarenta mil mañanas, qué pringue
la madre de dios
cuánto horror habrá que ver
cuántos golpes recibir, cuánta gente tendrá que morir
la cabeza bien cuidada
o muy bien estropeada y nada
nada que agradecer
dentro de nuestro vacío
sólo queda en pie el orgullo, por eso
seguiremos de pie.
Mogollón de gente vive trístemente
y van a morir democráticamente
y yo y yo
y yo no quiero callarme
la moral prohíbe que nadie proteste
ellos dicen mierda y nosotros amén
amén amén
amén amenudo llueve

 

 

 


 

Te ofrecemos, tio
la vida que no has tenido
te ofrecemos todo
si votas nuestro partido
todo menos conseguir ser tu mismo
nunca mas

Vota aqui! / Te controlaremos
Vota alla! / Te caparemos
y en tu linda cabeza
nos meteremos
y con unos tokes seras de los nuestros

Haz un donativo, entreganos tu libertad
no preguntes por que si yo tampoco lo se
Haz un donativo
te necesitamos
queremos tu coco
somos asi

Os prometo lo que querais
que os prometa
de esto y lo otro
y lo de mas alla
porque el pais me necesita
Vosotros me necesitais
Soy el hombre que os hace falta
Votadme, votadme, votadme!

 

 

 

 

0 com

Tan sometido

 

 

 

Hay que estudiar algo con porvenir,
hay que buscar algo para escapar
Una carrera con salida
de las miserias de la vida.

(Tan aburrido) hay que estudiar.
(Tan sometido) algo con porvenir.
(Tan aburrido) hay que buscar.
(Tan sometido) algo para escapar,
Una carrera con salida
de las miserias de la vida.


El mercado laboral pronto va a necesitar
gente con preparación más competitividad
no pensar ni criticar; sumisión, adaptación


Y llaman universidades a criaderos de mutantes.


(Tan aburrido) hay que estudiar.
(Tan sometido) algo con porvenir.
(Tan aburrido) hay que buscar.
(Tan sometido) algo para escapar,
Cumple y estate calladito
y ganarás tu dinerito.


Hoy la mafia empresarial decidió tu bienestar
Un esclavo de nivel preso de un ordenador.
Tu corazón es sometido
Para el sistema productivo.

0 com

Duran Duran en Argentina

Esto fue en Puerto Madero, el 3 de diciembre de 2005.

 

Los que fueron, pueden recordar este momento inolvidable;

los que no, pueden escuchar esto por primera vez, atónitos.

 

 

Donde quiera que estés, María Laura, un abrazo para vos…

4 com

Y con unos toques serás de los nuestros

 

 

 

 

Te ofrecemos, tio
la vida que no has tenido
te ofrecemos todo
si votas nuestro partido
todo menos conseguir ser tu mismo
nunca mas


Vota aqui! / Te controlaremos
Vota alla! / Te caparemos
y en tu linda cabeza
nos meteremos
y con unos toques seras de los nuestros


Haz un donativo, entreganos tu libertad
no preguntes por que si yo tampoco lo se
Haz un donativo
te necesitamos
queremos tu coco
somos asi


Os prometo lo que querais
que os prometa
tal y cual, de esto y lo otro
y lo de mas alla
porque el pais me necesita
Vosotros me necesitais
Soy el hombre que os hace falta
Votadme, votadme, votadme!

2 com

Novedades

Este tema se editó en 1994, plena era Charles I.

Algunos incluso recordarán a Norma Plá.

 

Prendo la tele y lo unico que veo:
a los jubilados peleando sus derechos.
Yo no se porque esta pasando esto no lo se.

 

 

 

Pasaron 16 años.

Como mínimo 16 años que les tomamos el pelo a los viejos (cuando todos sabemos que en eralidad son muchos más.

Una vez que sale el tema, que se debate, que algunos (no por inocencia, sino por conveniencia, seguro) proponen hacer efectivamente algo (que no es todo, pero es algo), la gente que era copada para descolgar cuadros o hacer shows en lugares llenos de gente, se pone seria.

Miles (miles) de viejos se cagan de hambre cada día, después de haber laburado décadas, y llenado con sus aportes las bolsas que los de turno gastaban en giladas.

No me jodan más. Sean lo que quieran ser, pero sean coherentes, no me jodan más con que no hay, pongan las cosas donde van.

0 com

Mozart by Bernstein

Un grande, explicando a un enorme, un infinito.

 

 

 

(hay dos partes más de esto, que pueden encontrar fácilmente en youtube)

 

Para los que todavía tengan ganas, una versión de la 40a simfonía en Sol mayour de Mozart.

 

 

 

 

Y acá la sinfonía 25, una de mis favoritas.

 

 

Por Tres Monedas © 2009
design & code Quite Random