enTerapia


Lo importante para empezar algo, dicen, es tener buena madera. 
Por un lado la tenemos a Julieta Cardinali, que a estos efectos es excelente. Madera, pura madera. No podés creerle una palabra de lo que dice, eso no es actuación, mi vieja, eso es repetir palabras que otro escribió, sin mucho más.
El caso de Peretti es diferente. Yo siempre pensé, en base a otras cosas que le había visto hacer, que era un tapado, un buen actor en papeles limitados, tal vez con limitaciones del director, en fin, cómo saberlo. Hace un tiempo alguien de confianza me dijo que verlo en Un tranvía llamado deseo, en teatro (si no recuerdo mal con Julieta Díaz) era para cortarse las venas. O cortárselas a él. Bueno, pues ahora ustedes y yo podemos sacarnos la duda. Basta mirar enTerapia.
A Peretti tampoco le creés nada, aunque un poco más que a Juli. Pero es más grave, porque él tiene que llevar toda la serie, cargar con la tensión, manejar los tiempos, resolver la descarga de tensión, cargarse la serie al hombro. Para empezar a lograr que esto funcione, debe hacernos creer (porque de esto se trata actuar) que es un psicólogo. Me atrevería a decir, incluso, habiendo visto la serie original en la que está basada esta, que un muy buen psicólogo. Peretti no puede empezar siquiera a hacerlo.
Lo primero que se destaca es que tiene una buena cara de serio. Serio es muy bueno, dice muy poco, como uno espera (sobre todo si alguna vez fue al psicóologo). Y ahí se termina todo. Cuando habla, lo hace con un tono que no tiene nada que ver con la altura y autoridad con la que debe hacerlo un psicólogo. Parece que, en el fondo, sigue siendo aquel personaje de Los Simuladores, la obra maestra de Szifrón, donde uno ve alguien que se pone serio para decir algo que, de fondo, no tiene nada. Me pregunto si Peretti habrá hecho terapia alguna vez. Y me contesto que al menos una vez lo vi en terapia: fue en esa peli en la que él tenía quilombos maritales con Soledad Villamil, y lo atendía Marcos Mundstock. Eso, para que se entienda, era un psicólogo.
La casa es un tema aparte. Si bien el producto está "copiado" porque toma el formato original de la serie que todos conocimos en la versión que escribía el hijo de García Márquez y protagonizaba Gabriel Byrne, algunas adaptaciones son, en estos casos, necesarias. Una, en mi opinión, es la casa. Cualquiera que haya visto inTreatment notará inmediatamente que la casa de Peretti es una copia casi calcada de la otra. Ahora bien, si uno alguna vez fue a un psicólogo, sabrá que ni en pedo tienen casas o consultorios así. Para la mayoría de nosotros, ese estudio es el doble que nuestras casas.
Claro que alguien podria argumentar que casas y consultorios y psicólogos los hay de todo tipo, tamaños y colores, y tendría razón. Sin embargo, la serie funciona mejor si uno puede verlo como algo más cercano, si facilita la identificación. Y no lo hace. En el caso de un tipo que vive en Brooklyn puede tener sentido; en nuestra realidad (y siendo además que esto es televisión pública, para todo el país) esa casa está copmletamente desubicada. 
Y ya que hablamos de "copia", y de la cara de Peretti (quién más allá de todo sigue cayéndome muy bien), aprovechemos para decir que le copia las caras a Byrne. ¿Suena exagerado? Miralos y después me contás. 
Como último punto, el caso del lunes. Si bien el caso de Marina está copiado, o inspirado en, el de –si no recuerdo mal– Laura, no creo que la serie original haya arrancado develando un  tsunami de obviedades en el primer capítulo. Que la paciente esté enamorada del analista, ¿no es muy infantil para el primer episodio de la primera temporada de una serie que se trata de pacientes y analistas? ¿Será el segundo caso un señor que no puede evitar estar enamorado de la madre..?

Tal vez valga la pena darle una oportunidad al resto de los pacientes. Yo, por mi parte, paso, gracias.

7 opiniones :

Josi dijo...

Vengo a decir, nomás por pechito moishe(?) y justamente porque una vez en la vida pegamos(?) una, que la serie original no es la yankie sino una israelí que se llama "betipul" con uno que hace de psicologo y parece carnicero.
Yo no vi la original pero si la yankie.
Nobleza obliga, aguante Israel, potencia televisiva(?)

Subjuntivo dijo...

Eso, aguanten los moishes y su tevé de vanguardia!
Como cuando importaron/copiaron a Natalia Oreiro.
O algo así.

gerund dijo...

tres cosas:

1. sí, en el primer capítulo de InTreatment saltaba lo de Laura. es, de hecho, si no recuerdo mal, uno de los grandes motores de las sesiones de los viernes que él tiene con su terapeuta.

2. no era Julieta Diaz, era Erica Rivas, que le pasaba el trapo repetidas veces a Peretti, aún cuando ella no estaba tan bien como podría haber estado.

3. lo peor de todo es que Peretti es psiquiatra. se supone que tendría que estar hiper creíble, no?

creo que eso es todo. no me da pena que sea tan floja, porque el elenco deja bastante que desear, al menos los que conozco...

gerund dijo...

pd del 1: no sólo recuerdo que saltaba, sino que además pasaba con gran sutileza y creciente emoción. estaba muy bien armado...

Subjuntivo dijo...

¿Usté lo vio? Me interesa su opinión.

Acá yo de bien armado y sutil y creciente emoción no vi nada, la verdad, y me dio pena porque me gustó mucho la original, pero... no no no

Barracuda dijo...

Abonando - o echando mas leña al fuego-, tal vez no hubiera sido tan duro morfarme 15 minutos de la sesión con Germán Palacios si no hubiera mirado la serie original en la que el señor milico desumbraba con su actuación. Palacios está cansado, y tiene una mirada depresiva que no cuadra. Un pena. No te veré doc.

Subjuntivo dijo...

Perdón por hacer aceptado este comentario recién hoy, esto de la moderación que no me avisa... en fin, las disculpas.

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