Dog eat dog


Creo que lo dijo Fodor una vez: una medida de reclamo contra los empresarios que perjudica a los usuarios, una joda.
Treinta y seis horas de paro en el subte, es para salir a prender fuego todo.
No cuestiono, porque no conozco en detalle, los motivos del reclamo, pero sí cuestiono la manera. Tanto como lo hago con los docentes, siendo docente.
Miles –un millón, dicen– de personas no pueden viajar. Tienen que salir más temprano, o llegar tarde y perder el presentismo, o simplemente recuperar horas, o pasarla mal, o lo que sea. Esos mismos inundan los colectivos, los taxis. Algunos de esos incluso salen con el auto, y el caos es aún mayor.
Y eso sin mencionar a los que tienen puestos en el subte, que se quedan dos días sin laburar (kioskos, locales, diarieros, etc) ni tampoco a los que suben al subte a pedir o vender. Sí, parece una boludez. Ahora pensá si vos vivís al día laburando unas cuántas horas vendiendo giladas en el subte, pensá qué lindo dos días sin laburar, o saliendo a buscar alternativas.
Y los señores que la mueven, amigos, no viajan en subte.
Querés una medida, levantá los molinetes 36 horas, por ejemplo. O recargá de más la SUBE. O pedile a la gente que te firme un petitorio. O llevate un tren a tu casa, no sé.
Pensemos si los médicos, la policía, los bomberos, hicieran lo mismo. Pensemos si los políticos hicieran –oficialmente, porque en realidad ya lo hacen, pero son paros de 36 meses– lo mismo. O los jueces. O los que arreglan la internel, el gas, la luz. Pensemos.

Ah, y por si es necesario (para algún pusilánime siempre es necesario) aclararlo, a mí no me afecta particularmente. Vivo a no más de veinte cuadras de todos mis laburos, puedo arreglarme, no voy a morirme.

Ah, y piensen también que si hoy son 36, y pueden serlo, mañana pueden ser 48, sin problemas. O el número que vos quieras, aparentemente. ¿dónde está el límite, y quién lo fija? Uno pensaría que el sentido común, pero ante su clarísima ausencia, ¿quién?
Algo, sin embargo, debe funcionarnos a algunos todavía, porque cuando unos pocos deciden estas porquerías, unos cuántos –un millón, dicen– decidimos putear por lo bajo, o en los blogs, en lugar de salir a prender fuego todo, que es lo que verdaderamente deberíamos hacer.
¿Por qué seguimos cada día pagando un boleto a 2.50 por un servicio que es cada día peor, y nos da verguenza saltarnos el molinete, por ejemplo?
Preguntas, muchas preguntas.

2 opiniones :

Fodor Lobson dijo...

Fodor lo dijo, alabado sea Fodor... ah, ¿no? Bue

¡Mondoke! dijo...

Sí, coincido. La onda es joder al que tienen que joder, y no al que no tiene nada que ver. Creo que una vez escuché que no levantan molinetes por un arreglo que tienen con no sé quién, pero la verdad no me acuerdo. Además es más fácil no trabajar :D

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