Music & architecture

 

Lo que dice no es nada innovador o increíble; es casi obvio si uno lo pensó antes, pero bastante sorprendente si uno no reparó en esto antes.

 

 

 

 

Creo que alguna vez les hablé de cómo las radios se ocupaban celosamente de guardar bajo llave las configuraciones de sus Orban (básicamente, una caja negra que ecualiza, comprime, y demás, y hace que cada radio sea diferente, y que podamos distinguir Aspen de La Mega aún cuando se trate del mismo tema). En general, cada radio tiene una o dos personas que conocen y tienen acceso a esta configuración final, que no es arbitraria ni azarosa, sino una cuidada elección. Pues el criterio es el mismo del que habla Byrne.

Si alguna vez hablé de eso, seguramente habré puesto el ejemplo de La Mega y Radio 10: radios que se escuchan “muy mal”, a propósito. El motivo principal, para quien quiera saberlo, es que están seteadas para sonar en automóviles, con equipos de audio bien básicos. Sí, en efectp: están hechas para tacheros y colectiveros (puede sonar mal, pero es así en gran medida). Los equipos que estas radios tenían (no sé ahora) no eran malos ni baratos, Hadad había puesto buen dinero ahí, pero deicidió que debía sonar así (el caso de La Mega es incluso más peculiar: buscaba sonar como sonaba la música en la época en que fueron compuestos o grabados los temas que la radio pasaba, al menos cuando empezó: 60s y 70s, principalmente).

 

Hace algunos años, cuando empezó a quedar claro que el mp3 iba a ser algo fuerte, alguna gente empezó a pensar que se iba a poder vender música en mp3 directamente, como se hace hoy. Y los más profesionales, conociendo las limitaciones del mp3 (porque tiene limitaciones y es distinto a el sonido “origianl” que sale de un estudio de grabación, les quiero contar) empezó a grabar y mezclar de modo diferente el material que iba a distribuirse en mp3, y no ya en el clásico CD. El concepto es el mismo.

 

Lo mismo pasó con el avance de los iPods y todo los dispositivos del estilo: hay gente que se está dando cuenta ya que la música se escucha con auriculares, no siempre de la mejor calidad, y no ya en equipos hi-fi (minicomponentes, como les llamábamos). Hay limitaciones en los reproductores, en los auriculares, etc; y alguna gente empieza ya a adaptar sus grabaciones o sus mezclas a esta realidad. Incluso, a los típicos parlantes de copmutadora, uno de los principales reproductores de música hoy en día. Si bien estos parlantes han, en general, avanzado mucho, distan bastante de ser altavoces de calidad (salvo que uno decida invertir en unos de los buenos).

 

Probablemente haya muchos más ejemplos para dar, y muchos más estarán por venir…

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