Old-School Pogo

A lo largo de mis más de quince años de recitales, me ha tocado estar en maŝ de un pogo. No voy a entrar aquí en la aburrida y arbitraria clasificación y mención de los distintos tipos de pogo. Sencillamente me gustaría mencionar que hay pogos buena onda, y otros que no.
Ya en aquellas épocas donde todavía podía decirme adolescente sin reparos, y siendo que iba a muchos recitales, y en general con vierta variedad de estilos musicales y público, entendí que había que fijarse bien cómo venía el pogo.
Uno de los mejores que yo recuerdo es el de Los Brujos, aunque el de Babasónicos (los Babas de aquella época, y por ende su público) y el de Fun People (idem) eran muy agradables también.

Ayer fuimos a ver a Social Distortion (a los efectos del cántico, debe pronunciarse, aprendí ayer, sosiál; si se mencionaran ambas partes, sería sosial distóryon). Y era un pogo muy buena onda. Les voy a explicar por qué.

- El pogo sucedía en un lugar. Amplio, pero en un lugar. Todo aquel que no quería participar, se quedaba a un lado, y era respetado, no desdeñado, por los que pogueaban.
- En las caras de la gente había sonrisas, no gestos agresivos. Se cantaba, se levantaban los brazos, se aplaudía, se baialaba, todo junto, en comunión.
- Había muchas mujeres, de todas las contexturas. Y lo mismo en los hombres. Y podía sentirse que los hombres, si llegaban a percibir que estaban por golpear a una chica, hacían, en un nanosegundo, un esfuerzo por ser más blanditos, más esponjosos.
- No había violencia. Esto puede parecer absurdo, pero es bien simple: no había violencia. Nadie quería lastimar a nadie, ni golpearlo, ni nada, sólo bailar.
- Si alguien caía, porque a veces pasa, en y por un segundo se paraba todo, y varias manos se apuraban a ayudar. Casi no llegaban a tocar el piso.
- Si alguien se agachaba a atarse los cordones, se formaba, rápida y espontáneamente, a su alrededor, un cerco que evitaba que lo pisaran. La escena se completa con el individuo levantándose, y dando una suave y amistosa palmada al cuidador. Y se sigue.
- Brazos y piernas se levantan hasta determinada altura, sólo lo necesario, cosa de no golpear la cara o las partes pudendas. No se patea ni codea, sólo se levantan las extremidades.
- La gente del borde, al recibir la oleada de pogueros, no los empuja con violencia o bronca, sino que los "contiene" con la mano, y los devuelve con un empujón amigable cuando es necesario.
- Al empezar el tema, o aproximarse la parte de la canción que requerirá el pogo, la gente se abre, deja el espacio, y todos se miran con cara de entusiasmo; cuando empieza, los cuerpos se chocan, pero sin violencia.
- La gente, para entrar o slair de la zona de pogo, pide permiso o perdón.


Así da gusto ver un recital, así da gusto bailar, cantar, poguear, aplaudir; en fin, así da gusto.

Por Tres Monedas © 2009
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