Represión

No llegué a conocer Paladium.
Tampoco pude nunca ver a Los Violadores en vivo: para cuando tuive edad suficiente como para ir a sus recitales, a mis 13 años, había tal quilombo en la puerta de piñas y botellas volando, que nunca pude entrar.

Seguramente algún viejo como yo que haya llevado alguna vez (y lleve todavía, porque nunca se pierde) punk en la sangre saltará sólo frente al monitor y gritará para que lo escuchen todos, y sentirá nostlagia del pasado.






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