Sombras nada más


Hace unos quince años (probablemente un par más) yo trabajaba asiduamente en el taller de arte de un profesor del colegio que me parecía groso. Tal vez me lo seguiría pareciendo si estuviera en contacto con él, o si no se hubiera muerto de una enfermedad muy fea como la que desde esos días lo aquejaba, como es la esclerosis múltiple. Pero no nos vayamos de tema. Ni mintamos tampoco: yo no trabajaba ahí, simplemente iba seguido, y disfrutaba del ambiente bohemio, y miraba a algunos pintar, y lo intentaba también, claro, pero nunca me salió.

Aquel profesor era amigo de la secundaria o algo así de Eduardo de la Puente. Solía contar anécdotas de situaciones que los habían encontrado juntos, y nosotros nos maravillábamos. Eran los noventas, la época de oro de la dupla Pergolini-De la Puente. Eran épocas de Cuál es? y de CQC en su época gloriosa, con el turco. Conseguimos que el profe consiguiera, finlalmente, que el mentado viniera al taller a dar una charla, o más bien a charlar, a hablar con nosotros, a ver si nos servía de algo (eso habrán pensado ellos, nosotros sencillamente queríamos tener a un conocido cerca).

Finalmente vino (y esto fue varios años antes de que yo estudiara radio). Hubo buena onda, y muchas preguntas, y tomamos mates, y esas cosas (todo sucedió en el ámbito de un aula-taller de plástica de un colegio público del barrio de Balvanera, por no decir Once). De la Puente tenía la misma cara de siempre (ese muchacho no envejece) y una campera de cuero muy linda. En un determinado momento hubo, no sé por qué motivo, que mudarse a otro lado. En la caminata por los pasillos yo, tímido, aproveché para acercarme a hablarle. Me las ingenié, como siempre, para hacer una pregunta molesta.

Le dije que me parecía que estaba muy bueno lo que hacía, y le pregunté que si él no sentía que, en cierto modo, todo es una cuestión de suerte; que tanto él como Pergolini (su vida humilde es pasado conocido) podían haber terminado en cualquier oficina o cualquier otro lugar, si no hubiera sido que algunas cuestiones sucedieron justo, coordinadas en tiempo y lugaar para producir grandes resultados. Le pregunté también, casi en la misma pregunta, si no le parecía que en cierto modo él había tenido suerte de estar justo tan al lado, y ser tan el amigo, de Pergolini. Maticé la pregunta como lo acabo de hacer porque ya en ese momento, a esa corta edad y en ese pasillo, pese a la inocencia que tal vez tenía y no tengo hoy, comprendí que era una pregunta complicada.

El entrecejo se le juntó más de lo habitual, y su modo de contestar fue diferente al que había usado en las preguntas anteriores, en el taller. Me dijo que era cierto que algunas cosas, muchas veces en la vida, se alineaban de cierta manera, y que nadie puede negarse una cuota de suerte (o algo así) cuando las cosas le salen bien. Pero que él no le debía nada (no lo dijo así, probablemente, pero esa fue la intención) a Pergolini, que los dos habían trabajado muy duro, y que cada uno tenía su talento, y que ambos habían aportado a la causa, y estaban donde estaban porque se lo merecían. Yo intenté explicarle que no había querido sugerir eso, sino que, pero no, me dijo que él había pasado mucho tiempo escribiendo y haciendo cosas y etc, y que estaba donde estaba porque se lo merecía.

A mi me pareció que no quería hablar más conmigo: le di las gracias, y se terminó. Después la cosa siguió, pero yo no volví a preguntar nada más, no fuera cosa que el señor se enojara y por culpa mía se cagara algo que habíamos esperado tanto y que a todos parecía poner tan contentos.


Ahora Pergolini se fue de Rock and Pop, a poner su propia radio (o algo asi)´y el verano de la mañana (la hora de Cuál es?) lo hace De la Puente grabado, pasando música. Cuando empiece febrero, la mañana será de Vernaci. Y De la Puente hará colaboraciones en el programa. Ahora que pienso de nuevo, creo que él tenía razón, que tenía lo que se merecía. Y ahora también.

2 opiniones :

Josi dijo...

vos querés decir que se le acabó la fiesta?

Yo creo que pergolini (no se si leiste el post que le dediqué hace poco) tambiénj tuvo la suerte de tener a dos como Di natale y de la puente al lado. Pergolini en si mismo, más que ser un tipo "rapido", no tiene un verdadero talento. No te tira una frase mágica ni en pedo (y eso que hace radio!) no es un Lanata que pone en aprietos a los entrevistados o les saca entrevistas de la puta madre (pensá que oportunidad grossa es que el Indio te elija como enteevistador exclusivo y qué poco jugo le sacó Mario a eso).
Yo creo que De la puente, ahora que ya la juntó con pala, podría dedicarse a deleitarnos(?) con algo un poco más sutil y fino, porque tiene de sobra con qué.
Es como esos músicos que después de vender pop, hicieron discos memorables, aunque no fueron top10.
bueh, me fui un poco al carajo. Creo que todos los que crecimos en esa epoca queremos hacer catarsis y resumen para declarar que se nos gterminó definitivamente la juventud. Hagamonos cargo.
me fui por segunda vez al carajooooo!!!
abrazo
josi

Josi dijo...

Eso.

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