You Will Meet a Tall Dark Stranger

Sabés que es Allen cuando empiezan los títulos...
Y en la primera toma también.
La manera de contar historias que tiene Woody Allen es de Woody Allen.
Si la película empieza citando a Shakespeare, uno puede esperar que el director y escritor haya leído a Shakespeare (lo cual no siempre va a ser cierto, pero uno tiene derecho a esperarlo). Si uno leyó a Chespir, seguro un poco lo analizó, o leyó a alguien que lo analizaba. Ergo, una peli que venga de  esta persona debería tener esos elementos chespirianos que a uno le gustan. Y los tiene. [obviamente, todo lo que vino tras Chespir tiene elementos de Chespir, el punto aquí es un uso deliberado y con un propósito concreto, aunque más no sea hacerle guiños al lector...]
Está Anthony Hopkins, ya la querés ver.
Está el imbécil de Antonio Banderas: ya querés saber qué pudo hacer Woody con él. [uno presume que a Woody le sirve el puto acento latino de mierda que este idiota insistirse en sobreactuar...]
Beautiful accents...
Si piensan en una peli de Woody, ¿qué es lo primero que piensan? Bueno, si es música…¡bingo! Si no, bueh…tienen que ver más Woody!
Hay tres cosas en la vida: música, libros, y mujeres; Woody lo sabe.
Hay momentos en los que no podés evitar aplaudir. Simplemente, aplaudir.
Y mucho más.

 

En suma: no es Manhattan, pero es Woody. Véanla.

Por Tres Monedas © 2009
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