A una pregunta estúpida…

…una respuesta estúpida. O mala onda.

 

Las preguntas estúpidas existieron siempre, casi antes que el hombre.

Hace unos 400 años, Shakespeare escribía:

 

BRUTUS

Ay, Casca; tell us what hath chanced to-day,
That Caesar looks so sad.

CASCA
Why, you were with him, were you not?
BRUTUS
I should not then ask Casca what had chanced.

 

Que, en buen romance, puede traducirse como:

 

BRUTUS:

Che, Casca, qué pasó que se chivó César?

CASCA:

Y pero… si ustedes estaban con él, o no?

BRUTUS:

Si hubiéramos estado con él no te estaríamos preguntando… (imbécil!)

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