And justice for all

La película no es muy buena.
Pero está Al Pacino.
Pacino es genial. Pacino nació genial.
Algunos actores necesitan tiempo, van progresando con las películas, uno ve las pelis viejas y le dan ganas de llorar. Pero Pacino, incluso en esas pelis viejas donde hacía apenas bolos, la rompía.
Y en esta peli la rompe, para variar.


Para verla hay que olvidarse (o mejor, acordarse pero dejar de lado) de que la película es americana. Hay de dejar todo de lado, verla, y ver cómo puede uno conectar con eso.
La peli tiene dos o tres historias "paralelas" (la central e importante es una sola realmente), y que vea cada uno cómo puede conectar con cada una, y ver qué puede sacar, y cómo la peli puede servirle a cada uno para algo, aunque sea poco.
Algunas veces nos encontramos con producciones no muy logradas, que tocan temas importantes, y de ahí, tal vez sin quererlo, de manera inesperada, disparada por la cosa más insignificante, podemos llegar a reflexionar interesantemente sobre esas cosas que ya conocemos, que pensamos mil veces, que de última nunca viene mal pensar de nuevo.
De paso, podemos disfrutar de un Pacino haciendo eso que tan bien le sale, eso que nos remonta a la más antigua Roma, a las universidades de hace milenios: la retórica. Pacino es un excelente orador. Como actor, supongo, no sé qué será de su vida. Pero sí es claro que puede actuar retóricas de manera increíble. Esta es pequeña, pero probablemente memorable para quienes vean la peli. Pacino es un excelente orador, y explota este costado (o lo hacen los directores) cada vez que se puede.
No la vean como un must, tampoco como una pochoclera. Pero si pueden, si tienen un rato, y quieren ver una peli sobre abogados, y un poco de eso que ya conocemos, véanla.. Y piensen.

Por Tres Monedas © 2009
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