Apagalo, enciendelo, no puedo seguir así...

Nunca entendí bien cuándo o por qué se puso de moda, y se conviertió casi en un must, que los bares, restaurantes, y smilares, tuvieran televisores.
En sí ya me parece bastante molesto, y absurdo, porque uno no va al bar a mirar la tele (a menos que se trate de una ocasión en particular, como un partido o discurso). Yo creo que la función principal es, a la vez que lograr que el tipo se sienta "como en casa", brindarle una buena herramienta. Porque en un bar, si no fuiste con alguien (o fuiste con alguien que bueno bueno) no hay nada que hacer. Entonces, se corre el riesgo de que la mente empiece a divagar, y sin quererlo y sin darse cuenta, inocentemente, termine uno pensando. Y así estamos.
Ahora bien, en virtud de esta extendida práctica, es común ir a estos lugares y encontrar televisores, impunemente silencioados, mostrando imágenes del canal de deportes, o del de noticias, o del de música. Tiene sentido, porque, insisto, no tienen sonido (aunque a veces lo tienen, y esas son las peores veces). La tele se convierte entonces en algo así como un proyector de imágenes sosas.
Hoy, sin embargo, me encontré con el colmo. A unos tres metros de mi mesa, un televisor enorme, que cumplía la misma función que el otro, en la otra punta del bar. Y ambos, por designio de vaya uno a saber quién, pasan Los Simpsons! ¿a quién se le puede ocurrir que tiene algún sentido verlos sin sonido?

4 opiniones :

gerund dijo...

here here!

Josi dijo...

Use su imaginación y póngale un guión a los simpsons!

siempre le pueden poner un discurso de Cristina, lo que haría que la comida le caiga muy mal,
no sea desagradecido.

Fodor Lobson dijo...

cañorerooooo

Subjuntivo dijo...

Es inhumano verlo a Flanders sin poder escuchar lo que dice!
O ver el movimiento de cabeza sin poder escuchar el D'oh!

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