Mi media naranja

Si bien sobre el origen de la frase y su significado parece haber más de una versión, también parece haber una que está bastante más difundida y aceptada que las demás.

Al parecer, el asunto tiene su origen en El Banquete, de Platón.
Resulta que Agatón armó una jodita en la casa, e invitó a los poetas con onda. Cuando terminaron de comer, y beber por supuesto, Erixímaco, aburrido, propone pasar el tiempocontando historias y filosofando, chupándole las medias a Eros.

Cuando le llega el turno a Aristófanes, se larga con el siguiente mito. Dice que hubo un tiempo en que el mundo estaba habitado por gente esférica, que tenía dos caras, cuatro brazos y cuatro piernas. A la vez, había tres sexos: el masculino, proveniente del sol, el femenino, proveniente de la tierra, y el andrógino (masculino y femenino juntos) que provenía de la luna.

Venía todo bien, hasta que parece que estas pelotitas se empezaron a comportar de manera por demás arrogante y vanidosa, y Zeus se chivó (es bien conocida la poca paciencia que tenía Zeus). Harto de las pelotitas, les mandó un rayo re grosso, y los partió al medio, en el más literal de los sentidos. Los hizo así seres incompletos en la eterna búsqueda de su otra mitad que los completara.
Si la unión era de sol o tierra, podrían, al encontrarse, tener placer. Si fuera de luna, podrían, además, tener descendencia.

Y así es que todos nosotros vamos, como bola sin manija, buscando nuestra media naranja.

5 opiniones :

gerund dijo...

Más que la forma de comportarse, lo que le dio miedo a Zeus fue que estos seres "concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses", debido a que sus "cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso". Entonces Zeus habla con los demás dioses del olimpo y deciden que no van a destruir a estos seres como sí habían hecho con los gigantes, "porque entonces desaparecerían el culto y los sacrificios que los hombres les ofrecían". Finalmente, Zeus encuentra "un medio de conservar los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas": "Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pié".

Al menos así lo cuenta Aristófanes.

Subjuntivo dijo...

Aquí lo que sacamos en limpio es que Aristófanes es medio buchón y un toque fabulero, y Zeus... un cabrón!

Igual está bien, porque no vas a ser Zeus para andar poniendo la otra mejilla y repartiendo misericordia y esas boludeces tampoco...


S.

Fodor Lobson dijo...

jajajajajaj

claaaro, totalmente de acuerdo conm Subjo, hay que ser un Dios muy de morondanga para poner la otra mejilla, joder, un poquito de dignidad, vamos hombre.

¡Mondoke! dijo...

Conocía esta historia, lo que no me queda muy en claro es dónde entran en juego las naranjas. Son ricas y todo, pero ¿Por qué no un melón o una manzana?

Subjuntivo dijo...

Bueno, Mondoke, es claro que los melones, así como las manzanas, no tienen una forma esférica. Esto queda evidenciado en el hecho de que Sofovich eligiera hinchar las bolas con las manzanas y no con las naranjas.

(no sé si ves la relación tan claramente como yo entre Sofovich y Zeus)

S.

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